martes, 21 de septiembre de 2010

SER MUJER JOVEN

Por Gaby Mamani

A las mujeres jóvenes y adolecentes nos gusta ser libres y rebeldes sin que nadie nos esté diciendo como deberíamos estar vestidas o qué deberíamos hacer, sólo nuestros padres.
Pero toda la sociedad nos controla, incluso la hora de salida y de llegada.

Las mujeres jóvenes somos alegres y tratamos siempre de estar sonrientes, porque nos gusta la vida, a pesar de los problemas. Y también nos gusta vestirnos bien. A las cholitas nos gusta estar bien alhajas, nos sentimos bien, lo mismo que a las chicas de pantalón.

Pero eso no quiere decir que les estamos coqueteando a los hombres.

Cuando salimos a la calle o al mercado los hombres siempre nos andan molestando,a cada cuadra, y cuando, por ejemplo, vas a hacer una denuncia por acoso ante las autoridades a nosotras nomas son riñen.

¿Acaso las mujeres jóvenes no tenemos derecho a salir y caminar por las calles o a ir a fiestas y disfrutarsin que nos acosen con piropos que más bien parecen insultos?
Las mujeres también queremos disfrutar de nuestra juventud sin interrupciones, igual que los hombres.Por ejemplo, cuando los hombres se emborrachan y están botados en la calle no pasa nada, nadie los condena y nadie los acosa, más bien los ayudan; pero si una mujer estuviera así seguro que los mismos hombres tratarían de aprovecharse de la situación.

A las mujeres también nos controlan la forma de vestir, pero nosotras nunca controlamos a los hombres y nunca les decimos si están provocativos o no, eso no nos interesa.

Pero a a las mujeresjóvenes nos culpan de todo y de nada, vestirse bien parece un pecado para una mujer joven.

No podemos ni protestar cuando nos dicen cosas desagradables y más bien sufrimos insultos de los hombres, sobre todo de los choferes y los policías. Son abusivos y atrevidos y ni siquiera respetan a las mujeres que caminan con sus hijos.

Esto nos ocasiona un daño sicológico y por eso muchas veces las mujeres ya no quieren ni siquiera salírde sus casas.

Lo que más molesta es que los mismos uniformados, que tienen la obligación de hacer respetar nuestros derechos, más bien te acosan. Y ni qué decir de las adolescentes, me da tanta rabia que les anden metiendo la mano. Pero para la sociedad, las culpables de esto somos las mismas mujeres jóvenes por querer ser libres.

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