Por Victoria Mamani
Este objeto para muchos puede ser una ayuda, pero
también un perjuicio. Digo esto porque últimamente hay celulares de todo precio
al alcance de todo bolsillo. Es así que todos y todas pueden tener un celular.
Tener un celular nos ayuda en momentos de apuros;
puede salvar una vida; te ahorra tiempo, porque puedes postergar una cita sólo
con una llamada; también puedes ubicar a tus hijos o a cualquier persona, hasta
puedes hacer pedidos de todo tipo, incluso para planificar un matrimonio u
ordenar el decorado de un local. Si el celular tiene Internet, mejor todavía,
puedes chatear con tus seres queridos o
con amigos que están fuera de la ciudad, en el interior del país o incluso en
el exterior. Estas son las ventajas que nos ofrecen los celulares, cuando se los
maneja con responsabilidad.
Pero es un perjuicio cuando no sabes manejarlo
correctamente, sobre todo los niños y las niñas, y jóvenes en edad escolar.
Como hay de todo precio, muchos jóvenes
tienen celulares de último modelo, porque los padres les compran sin
medir las consecuencias, por ejemplo los robos de parte de delincuentes que
hasta pueden matar por quitarles el celular.
También es un perjuicio en la escuela, porque
mientras el profesor está explicando en el aula, los chicos y chicas están
chateando, o jugando quien sabe qué juegos; ya atienden y les quita el tiempo
que podrían utilizar para leer un libro. Como casi todos los celulares tienen
cámara fotográfica, muchos y muchas estudiantes ni siquiera toman apuntes y le
sacan foto a la tarea anotada en la pizarra; otros hasta graban las clases. A
esto se suman el Internet, porque resulta que las tareas para la casa termina
siendo la copia fiel de lo que encuentran en Internet sin siquiera darle una
leída. Algunos profesores y profesoras, incluso en las universidades, han
optado por pedir las tareas escritas a manos, así al menos las y los
estudiantes se ven obligados a copiar, lo que significa que tienen que leer
para copiar.
Los padres y madres deberían tener control de sus
hijos e hijas. Si les quieren regalar un celular, deberían enseñarles cuándo y
para qué usarlo. En la mayoría de los colegios está prohibido el uso del
celular en clases, pero sabemos que muchos y muchas estudiantes lo hacen a
pesar de todo.
Por otro lado, es muy frecuente ver a
conductores de transporte público o
privado que hablan por celular o escriben mensajes mientras están conduciendo.
Esta imprudencia puede causar accidentes en las carreteras y calles.
Estas cosas no son controladas por nadie. Las y
los conductores imprudentes en las narices de la Policías están hablando por
celular, cuando lo que deberían hacer es prohibir que utilicen los celulares
cuando están conduciendo o que se estacionen para hablar. Así se evitarían
muchas tragedias.
La tecnología es buena, pero siempre que la
utilicemos sin perjudicarnos ni perjudicar a las y los demás.