LOS PRÉSTAMOS

Por Victoria Mamani

En estos últimos años las casas de préstamo han proliferado en todas las zonas periurbanas de nuestra ciudad, incluso en las comunidades.

Mucha gente de escasos recursos acude a estas casas de préstamo por necesidad,  porque no pueden acceder a préstamos de un banco.

Para prestarse, tienen que llevar algún objeto de  valor, desde una licuadora hasta una joya de recuerdo, y te dan menos de la mitad del costo total del objeto. Por ejemplo: se llevas una garrafa te prestan 100 bolivianos  por 15 días o por un mes y con un interés de 10 a 20 bolivianos por cada 15 días, es decir que el interés es del 40% al mes, en el caso de que cobren el monto más alto. Si no cumplen con el pago de los intereses por espacio de dos meses pierden la garrafa que cuesta entre 250 y 280 bolivianos. Sencillamente te dicen que ya la vendieron  porque no devolviste  el monto ni los intereses a su debido tiempo.

En estas casas de préstamo hay muchos objetos en venta. Siguiendo con el ejemplo de la garrafa, ellos te la venden a 260 bolivianos; ahí podemos ver cuánto ganan los prestamistas. Para ellos es un negocio redondo, les conviene que el cliente se retrase en los pagos de interés o en la devolución de monto, así pueden justificar la venta de sus  cosas.

Las personas que se prestan, empeñando lo que tanto sacrificio les costó, pierden para aliviar el hambre de sus hijos o porque no encontraron  trabajo para devolver la plata y los intereses.

Esa es la cruda realidad de los y las habitantes de nuestra ciudad. Mientras el gobierno dice que ha disminuido la pobreza en Bolivia, la gente sobrevive diariamente con un pan en la boca.

Por otra parte, estas casas de préstamo funcionan ilegalmente sin ningún control de las autoridades, sobre todo en la ciudad de El Alto. Es común ver casas donde, de forma muy visible, colocan letreros que dice “se presta dinero de inmediato”. Esta es una forma de robar a la gente humilde que acude por necesidad  y de enriquecerse sin trabajar. Claro para esta gente sí que está superando la pobreza a costa de empobrecer a otras personas.