Por Victoria Mamani
Antiguamente en el mundo andino tener muchos hijos
era algo positivo, ya que garantizaba la fuerza de trabajo en las labores
agrícolas, en el pastoreo significaba tener bienestar familiar y afecto de
mucha gente.
Actualmente el tener muchos hijos implica tomar en cuenta
las necesidades de educación, alimentación, vivienda y el factor económico,
para mantención y cuidado de los hijos. Traer al mundo un niño o niña implica
responsabilidad, protección y una buena educación.
Es importante reflexionar que cuando los hijos son
numerosos y la familia es de escasos recursos no permite al padre o madre
brindar adecuada atención, ahí que los niños y niñas salen a las calles a
trabajar de ayudante de cocina, en un almacén, de lustra botas o vendedora de
dulces en los micros arriesgando su salud y su vida, a veces dejan solas a las niñas y niños en la casa o con algún
familiar, pero no siempre los cuidan bien;
en muchos casos los parientes son las que más maltratan, hasta violan a las niñas, como
escuchamos casi todos los días en las noticias.
Por otro lado, tener muchos hijos también causa la
deserción escolar, porque no alcanza el dinero que ganan los padres.
A esto se suma también el descuido sobre los
adolescentes, ya que por no tener control en su casa los y las chicas vagan en
las calles y terminan involucrándose con pandillas o se dedican al consumo de
bebidas alcohólicas o drogas.
Los hijos e hijas no deben llegar por azares del
destino, ni como producto de relaciones forzosas, en borrachera o porque el
hombre te obliga a tener wawas diciéndote “si no quieres tener hijos es porque
quieres tener amante”. Son estas palabras que muchos hombres machistas suele
decir a la pareja.
Hay maridos abusivos, egoístas que no les gusta usar
los preservativos o que siempre están diciendo que la mujer tiene la obligación
de cuidarse, cuando sabemos que la responsabilidad es de dos, a esto se suma la
Iglesia, la cultura, los usos y costumbres que determinan que las mujeres sigan
siendo esclavas de la maternidad.
Para colmo el presidente, como siempre lo hace en
sus discursos, promovió la violencia contra las mujeres al decir a los
cocaleros “no usen condones, tenemos pocos habitantes”. Esto demuestra una vez más que el presidente Evo
Morales ve a las mujeres como reproductoras, como un objeto, sólo eso explica
semejante canallada. Primero que genere empleo, el bienestar de la población,
que acabe con la pobreza y que acabe con la irresponsabilidad paterna,
comenzando por él mismo. Por si no sabe cómo vive gran parte de la población,
lo invito a Evo a ir hasta la terminal en las noches para que vea cómo los
niños y niñas potosinos, junto con sus madres, están durmiendo a la intemperie,
y todos los días vemos a niños y niñas pidiendo limosna en las calles de
nuestra ciudad.
Los hombres machistas como el presidente obligan a
las mujeres a tener hijos e hijas, y luego no se hacen responsables de nada,
incluso ni de ellos mismos.
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