Por Martha Huallpa
El divorcio es una opción legal de separación muy
válida que tienen las parejas, cuando deciden que su matrimonio ya no
funciona.
Según estadísticas, del 2007 al 2011 se han
divorciado aproximadamente 30.832 parejas en el país.
Pero ahora no quiero centrarme en el tema
específico del divorcio, sino más bien en algunas de sus consecuencias cuando
hay hijos e hijas de por medio. El bienestar de los niños y niñas es una
prioridad en todo sentido, pero el divorcio no se decide de un día para el
otro, generalmente hay una etapa previa de hechos desagradables que en la
mayoría de los casos son presenciados por los hijos e hijas, sin que los padres
y madres piensen en las consecuencias que habrá para sus pequeños.
Un divorcio y lo que el conlleva afecta de gran
manera el diario vivir de los y las niñas, seguramente ninguna deseó que sus
papás se separen y mucho menos que se lastimen, pero cuando tratan de
explicarse por qué ocurrió la separación a veces les nace el sentimiento de
culpa, enojo e impotencia al no poder lograr que sus papás se entiendan.
Para los niños y niñas es difícil comprender que
la relación de los padres y madres es totalmente independiente a la de ellos,
pero pocas veces se les explica claramente lo que está sucediendo. Se debe
hacer entender que el divorcio no es entre padre e hijos o hijas, y esto hay
que decirlo a ambas partes, porque muchas veces los padres también toman el
problema de ese lado y se desentienden de sus obligaciones y tratando de castigar
a
la madre, sobre todo, les quitan el apoyo a los y las niñas.
Si existe una mala relación de pareja que no tiene
arreglo y se vive a gritos o peleas o palizas por cualquier motivo, es mejor,
por el bien de los hijos e hijas, llegar a un acuerdo de divorcio, aunque sea
complicado que las niñas y niños lo sobrelleven. A la larga será mucho más sano
para sus vidas. Poco a poco y con el tiempo, hijos e hijas entienden que pueden
tener una mejor relación familiar y que sus progenitores tomaron la decisión
que creyeron correcta. Incluso para sus madres un divorcio puede salvarles la
vida.
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