Por
Cristina Ibáñez
En
estos últimos años se han instalado innumerables ferias en la ciudad de El Alto.
Mucha gente del área rural y otros departamentos, ven como una opción de
generar recursos económicos, la venta informal. Dejan abandonadas sus
comunidades donde antes trabajaban su
chacra para tener una mejor situación de vida, cosa que no cambio mucho, por
eso deben migrar.
Al no
encontrar un empleo, pues las fuentes laborales son casi inexistentes en el
país, las ferias se han propagado en cada zona, pues la gente necesita recursos
para sostener a su familia. Quienes se dedican al comercio son generalmente mujeres,
muchas que cumplen el rol de padre y madre sosteniendo el hogar, ellas tienen
que estar en la calle enfrentando todo
tipo de dificultades.
Muchas
y muchos dirigentes se aprovechan de la mala situación económica de algunas
compañeras, por ejemplo conozco de ferias que se instalan de lunes a domingo, cada
sector de vendedoras tienen presidentas, vicepresidentas, secretaria de actas y
vocales y ellas se dedican a vigilar la
asistencia de sus afiliadas en la feria.
Cuando una persona tiene tres faltas, automáticamente les quitan su
puesto de venta si no pagan la multa correspondiente.
La
dirigencia cobra dinero por todo y nada, tampoco dan explicaciones de lo que
hacen con lo recaudado, cobran aportes para
marchar en el aniversario de la feria, para limpieza, etc., no importa si las
compañeras no vendieron nada, igual deben aportar, según la mercadería que
tengan.
Esta
situación se comprendería si los aportes voluntarios, entre comillas, servirían
para mejorar la cotidianidad de las compañeras comerciantes, para techar el
espacio en el que están o mantenerlo limpio, sin embargo la dirigencia no se
preocupa de los focos infecciosos que hay con el tema de la basura; los abarrotes,
verduras, frutas y otros alimentos se exponen al lado de los desperdicios e
incluso de los desechos biológicos, poniendo en riesgo también la salud de la
compradora y comprador.
Entonces
el negocio más rentable es para la dirigencia, no para las caseritas que además
de mal pasarse el día vendiendo, deben pagar una cuota que nadie sabe a dónde
va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario