Por
Yola Mamani
El
proyecto de construcción de un paso a desnivel en la zona Garita de Lima,
generó protestas contra las autoridades de la alcaldía durante varios días, las
comerciantes ubicadas en este sector, se mantuvieron en vigilia al no saber su
destino, frente a la propuesta de construcción.
Nuestras
amigas vendedoras, decían que la intención de la Alcaldía era desalojarlas de
sus puestos de venta, ellas son alrededor de 2.000 vendedoras y vendedores que
ganan el sustento diario comercializando diferentes productos en la zona,
además pensaban que al tener que realizarse la construcción, serían reubicadas y
quedarían sin fuente laboral.
Según
las autoridades de la Alcandía Municipal, el paso a desnivel permitirá que los
vehículos tengan mejor transitabilidad por las calles Tumusla y Max Paredes,
hacia la avenida Baptista, mejorando la circulación de esa zona, la obra
presentada se parece mucho a la del nudo Villazón, cercano a la Universidad Mayor
de San Andrés; según la explicación de los funcionarios de la Alcaldía Municipal.
En
sus puestos de trabajo, las caseras, como les decimos de cariño, están
expuestas a diario a la delincuencia y a los malos olores de la plaza o rotonda
Garita de Lima, pues los alrededores del lugar se han convertido es un urinario
a cielo abierto. Cuando llueve y hace calor, el olor se vuelve más intenso e
insoportable, yo no sé cómo aguantaran las compañeras vendedoras, tal vez se
acostumbraron poco a poco, porque los responsables de mantener limpia la ciudad
y sin riesgo de contraer enfermedades por focos infecciosos, no cumplen su
trabajo hace mucho tiempo.
Mientras
las autoridades pasan y repasan una y otra vez por el mismo lugar como si nada,
las compañeras se ven en la necesidad de permanecer ahí, pues ese ya se ha
establecido como su lugar de trabajo. La gente que trabaja en la sub alcaldía
Max Paredes también pasa por ahí y trabajan más o menos a una cuadra, pero como
siempre, se hacen de la vista gorda ante este problema, las y los funcionarios
y autoridades no saben lo que es estar en la calle, almorzar ahí con tus hijos
e hijas y por eso no se sensibilizan.
Mantener
limpias y ordenadas las calles de la ciudad es
tarea de todas y todos, pero en especial es trabajo de la alcaldía, así
que ellos no se pueden desligar de sus responsabilidades.
Como
siempre las autoridades actúan arbitrariamente sin antes consultar con los
sectores afectados. Al realizar el proyecto deberían preguntar si queremos o no
una remodelación, de qué forma queremos mejorar nuestras condiciones de vida,
la consulta debería estar dirigida a quienes viven ahí y a las mujeres
vendedoras, en su mayoría, que desempeñan sus actividades por la zona. Las
mujeres organizadas del sector, tienen todo el derecho de ser consultadas y deberían
tener la oportunidad de plantear mejoras, a partir de sus experiencias en las
calles. Ellas son quienes van a estar todo el día en sus puestos de venta,
sintiendo frio, calor. Ahora las y los funcionarios de la alcaldía se preguntan
¿cómo no quieren que mejore su lugar de trabajo? Pues yo creo que realmente las
autoridades perdieron la confianza en las caseras y actúan con soberbia, por
ejemplo el año pasado también dijeron que se construiría un hospital de segundo
nivel en la zona de Villa San Antonio Bajo, justo donde se en contra el parque
Niño Jesús, esa vez tampoco se consultó a los y las vecinas de la zona y no se
quiso escuchar la propuesta que tenían; hoy podemos ver que destruyeron el
parque y hasta ahora no hay hospital, ni siquiera sus cimientos.
En
el ex parque de los monos también se construyó la parada de los famosos buses
Tupac Katari, sin consultar a las caseras que se dedican a la venta de dulces y
refrescos, ellas viven del dinero que pueden obtener por su venta día a día,
allí las construcciones igualmente empezaron de la noche a la mañana, según nos
cuentan las compañeras.
No estoy en contra de la remodelación de la
ciudad, más bien estoy de acuerdo, pero no me gusta la actitud impositiva que
tienen las autoridades por el hecho de estar en un espacio de poder. Ese poder
se lo hemos otorgado las personas de a pie, confiando en que harían obras para
mejorar las condiciones de las mujeres que están en la calle por falta de
empleo, no les dimos nuestro voto para que nos impongan todo sin consulta
alguna, depositamos nuestro voto para mejorar nuestra ciudad, pero también para
participar en las decisiones que se tomen cuando algo nos involucra tan
directamente.
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