Por Yola Mamani
Durante el mes de enero de este año hubo varios accidentes que
provocaron la muerte de casi 100 personas, el número de heridos llegó a más de
300.
Este hecho alarma a cualquiera, pues que sucedan tantos accidentes en
tan poco tiempo nos muestra que hay fallas muy graves tanto de parte de
conductores, como también de quienes tienen que garantizar la seguridad de los
viajantes, es decir la policía caminera y la ABC.
Los conductores de las grandes empresas de transporte interdepartamental
tienen bajo su responsabilidad la vida de centenares de personas y no puede
creerse que por imprudencia e irresponsabilidad pongan en riesgo la integridad
de los pasajeros.
Una gran parte de los accidentes que hasta ahora se dieron fue por
fallas humanas. A veces los choferes se duermen en el camino o consumen bebidas
alcohólicas, lo cual está prohibido sin control alguno. Las empresas de
transporte tienen la obligación de verificar que tanto los conductores como los
buses estén en buenas condiciones para prestar sus servicios; pero, por el
contrario, lo único que les interesa es generar ingresos económicos. El
trayecto interdepartamental más corto partiendo desde La Paz es hacia Oruro, sólo
son unas tres horas de viaje y posiblemente los conductores tengan que hacer
este recorrido varias veces en un día, aunque con tres veces ya estarían
superando la jornada de las 8 horas. ¿Pero qué pasa con los tramos más largos?
Por ejemplo a Santa Cruz son casi 17 horas de viaje, en este caso los choferes
deben ir acompañados por una persona que les releve en el camino, esta o es una
norma que muchas veces no se ha cumplido, pero a los empresarios no les
interesa, es más, exigen que el chofer haga otro viaje ni bien llegado a su
destino. ¿Esto es brindar seguridad al usuario?
Es importante mencionar que también se comprobó que algunos conductores
manejan en estado de ebriedad y esto no tiene justificativo alguno. Pero por
otro lado en una ocasión un transportista me contó que ellos toman alcohol para
no quedarse dormidos en el trayecto, también mascan coca, pues casi no
descansan, hacen un viaje tras otro.
Después de tantos accidentes, ya no hay confianza de subirse a un bus
inter departamental o interprovincial, ni siquiera a los que viajan hacia las
provincias, los pasajeros tenemos que ir con el corazón en la mano.
Tampoco quiero echarles toda la culpa a los transportistas, como ya
dije, la policía caminera debe hacer un control estricto, pero no solo en época
de fiesta, sino todo el año. La ABC también tiene gran responsabilidad, ya que
está en la obligación de mantener las carreteras en condiciones óptimas, pero a
quienes viajamos constantemente seguido nos consta que los baches están a cada
metro.
A finales de enero el gobierno supuestamente implemento un sistema de
monitoreo para evitar accidentes, con los GPS se podría saber a qué velocidad
van los buses y su ubicación, pero resulta ser que los transportistas
desconocen este sistema y no saben cómo ni cuándo les instalarán estos
dispositivos, pues casi ningún bus lo tiene hasta el momento.
Nosotras esperamos que esta imposición de usar los GPS no sea una
distracción momentánea creada por el gobierno, solo para apaciguar la
preocupación de los pasajeros. Creemos que todos los días del año debe haber
control en las carreteras para disminuir la cantidad de accidentes y por ende
las pérdidas trágicas de vidas humanas que pueden evitarse con prudencia y
responsabilidad.
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