miércoles, 2 de marzo de 2011

DERECHO DE LAS MUJERES

Por Cristina Ibáñez

Los derechos de las mujeres han sido violados históricamente, y en especial sus derechos políticos.

Bolivia es un país constituido, mayoritariamente, por poblaciones indígenas que han sido avasalladas durante cientos de años, desde el incario, pasando por la época colonial y posteriormente en la época republicana. Pero ese avasallamiento se reflejó en especial en la dominación de las mujeres indígenas.

Esto ha sido un factor del bajo nivel de desarrollo y el alto grado de pobreza que sufren las mujeres en las poblaciones rurales. La mayor parte de las mujeres en los pueblos estaban totalmente incomunicadas, por lo que no podían exigir sus derechos.

Ahora que vivimos otros tiempos, las mujeres podemos organizarnos, capacitarnos en diferentes actividades y plantear una serie de demandas a las autoridades. Durante siglos hemos sido excluidas y han desvalorado nuestros derechos y todo el trabajo cotidiano que realizamos, que sirve para mantener la vida misma. Pero depende de nosotras exigir nuestros derechos y enfrentar la discriminación hacia las mujeres, que no puede seguir como antes.

Las mujeres estamos decididas a luchar, a exigir nuestros derechos; juntas podemos para generar estrategias para poder ejercer nuestros derechos, sin tener que estar pidiendo permiso a nadie y tampoco dejando que las ONGs se apropien de nuestras iniciativas y de nuestra creatividad. Las mujeres, desde nuestras diferencias y desde nuestras distintas experiencias, podemos trabajar propuestas para enfrentar la violencia y la discriminación. Podemos hacerlo en las ciudades y también en las áreas rurales, porque eso permitirá el desarrollo de las comunidades, donde ahora la gente, pero las mujeres en especial, padecen por la falta de servicios básicos, por ejemplo.

Los hombres han copado los espacios políticos públicos, incluidos los cargos dirigenciales y se resisten a que las mujeres participemos, porque consideran que es una invasión a un espacio tradicionalmente masculino. De ahí la violencia política, que se manifiesta en todo tipo de abusos, desde hacerse atender con las mujeres que son sus compañeras de lucha, hasta amenazarlas, golpearlas e incluso violarlas para desanimar a las más insistentes. Por eso también la inseguridad y el temor de muchas mujeres para ocupar cargos políticos, porque muchos hombres recurren a acciones violentas contra nosotras.

Por eso las mujeres no sólo debemos capacitarnos en diferentes áreas, sino también organizarnos entre mujeres, porque así como está la situación, las soluciones para nuestro país tienen que venir desde nosotras, porque cada día está demostrado que las medidas que disponen los políticos desde el poder no nos están sirviendo.

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