lunes, 4 de abril de 2011

SUBIDA DE PASAJE

Por Paula Victoria Mamani

El gasolinazo fue un golpe duro en los bolsillos de la sociedad boliviana. En ese momento, en diciembre del año pasado, todo subió, incluso el ingreso a los baños públicos. Esto también fue aprovechado por los choferes que incluso usando gas natural subieron los pasajes en un 150%.

Ni siquiera arreglaron sus movilidades que en vez de minibuses o micros parecen chatarras andantes que dañan el medio ambiente. En eso deberían pensar antes de querer subir el pasaje, de hacer marchas, bloqueos, huelgas y paros, que sólo perjudican a la población trabajadora que usa el transporte público para llegar a sus fuentes de empleo.

A veces hay que tomar más de dos movilidades, porque los choferes se han acostumbrado a ir de tramo en tramo o simplemente esperan en las esquinas hasta que se llenen los carros y recién se mueven; para el colmo no avanzan rápido y algunas veces se detienen a molestar a señoritas y cholitas incomodando con sus groserías.

Los choferes sólo se preocupan de cobrar el pasaje y no así de arreglar los asientos que tienen hasta fierros que salen por los costados y que arrancan la ropa de los pasajeros o les hacen heridas. Parece que nunca limpian el piso de sus carros y en la parte posterior de los asientos de algunos carros hay horribles mensajes. En la ciudad de El Alto y en otras ciudades ocurren muchos accidentes, porque los conductores manejan borrachos; cuando los detienen, más tardan en entrar que en quedar libres, ya que con un poco de dinero a unos cuantos policías resuelven su problema e incluso quedan sin antecedentes.

Como decía un chofer de taxi, mientras trabajaba, no se gana mucho pero tampoco es como para morirse de hambre. Si subimos los pasajes, decía, peor van a subir los artículos de primera necesidad, eso no se dan cuenta mis compañeros choferes; ahora tampoco ha subido el precio de los repuestos; mejor es mantener el pasaje tal como está, si no los comerciantes van a ser los favorecidos.

Le doy la razón a este chofer que tiene conciencia. Hoy en día ya no alcanza la plata, hay que estirar el dinero como chicle para que alcance para toda la semana y así poder darles de comer a las wawas lo que se pueda.

Los choferes no pueden y no deben ser tan intransigentes; tienen que pensar en el pueblo que les da de comer a sus hijos, de no ser por la gente que utiliza el transporte público no tendrían de dónde generar ingresos. El gobierno también tiene que acordarse del pueblo que necesita más fuentes de trabajo, para tener una vida sana y digna.

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