Por Yola Mamani
Simplemente
terrorífico es el caso del fiscal Humberto Quispe Poma. Pensar que en los
espacios donde se hace justicia debería estar personas honestas e intachables, porque
son pues quienes deben aplicar las leyes al pie de la letra, como se dice
comúnmente. Sin embargo al parecer es al revés. Nuestras autoridades suelen
decir que las leyes deben aplicarse caiga quien caiga, ya que cualquier
persona, por más que tenga privilegios tiene que responder por los casos de corrupción.
Eso no podemos tapar,
decía el presidente Evo Morales, pero sin embargo a la hora de la hora no actúan de la misma forma en la que hablan
o bien actúan según sus conveniencias.
El Fiscal Humberto
Quispe fue denunciado por extorsión a una pareja de joyeros y por ayudar en el
hurto de sus objetos de valor del depósito policial, secuestro, acoso sexual,
chantaje, colaboración con avasalladores en la zona Sur de La Paz, robo
agravado y corrupción, entre otras denuncias.
De toda esta
corrupción del Fiscal Quispe, nos enteramos cuando las y los afectados, cansados
de tanta en justicias se organizaron para unir fuerzas y así develar el tipo de
personas que están en los espacios donde debe hacerse justicia, y quienes más
bien ateniéndose a su cargo hacen lo que
les da la gana con los y las ciudadanas de a pie.
Por eso me alegro
muchísimo que las víctimas crearán la Asociación de Víctimas del fiscal
Humberto Quispe, algo que creo que solo ha ocurrido en nuestro país, no debe
haber otro lugar en el mundo donde la gente se vea obligada a organizarse para
denunciar a alguien que tiene la obligación de brindar protección a las
víctimas. Por eso cada vez me convenzo más de que solo organizadas podemos hacerle
frente a los que tienen poder.
Según los medios de
comunicación la Asociación está conformada por más de 22 personas que iniciaron
31 procesos penales y 12 procesos disciplinarios en contra del fiscal que fue destituido
por presunto incumpliendo de deberes, omisión, calumnias, extorsión, robo y
otros. Pero hasta ahora no se ha dicho nada sobre cómo están avanzando estos
procesos, aunque podemos imaginar que tendrá bastante apoyo este fiscal, que
también fue asesor del gobernador de La Paz, César Cocarico, y que tiene muchas
influencias con la Policía y no sabemos con qué autoridades más tiene buenas
relaciones.
Frente a las
denuncias, Quispe tuvo la soberbia de decir que esta asociación de víctimas quiere
manchar su imagen, porque él quiere postularse para Fiscal General. “He
cumplido con todos los requisitos establecidos, tengo diplomados, tengo
maestrías, voy a presentarme, conforme a procedimiento a las convocatorias que
emita la Fiscalía General”, dijo Quispe que hasta ahora parece estar libre de
culpas. Esperemos que este no sea como tantos casos de corrupción que nunca
termina de investigarse para confundirnos, cansarnos y hasta hacernos olvidar.
Esperemos también que la asociación de víctimas no se de por vencida.
También está el caso
de la Fiscal de Distrito, Patricia Santos, que debía tres años de alquiler por
el departamento en que vivía y que todavía tiene deudas en otros dos edificios
donde vivió antes. Este es abuso de poder, porque claro, cualquier persona se
siente amedrentada de cobrarle a una persona que puede hacerle mucho daño,
porque en sus manos está el hacer o no hacer justicia. Según algunos medios
impresos, esta señora fue jueza en Santa Cruz de la Sierra y ahí fue acusada de
extorsión.
Con fiscales como
estos, de los que se supo las fechorías que cometen, podemos suponer que no son
los únicos, porque sabemos que la justicia en nuestro país está podrida.
Seguramente habrá personas que tratan de trabajar bien, pero como hacerlo en
medio de tanta corrupción.
En este escenario
cómo creen que se llevará adelante el caso de corrupción denunciado en Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos también. Cómo se investigará y en qué quedará
el caso del Fondo indígena, donde la misma Contraloría ha revelado que se
entregaron alrededor de 10 millones de dólares y que no se hizo la rendición de
cuentas.
Según datos de la
Contraloría, los dirigentes de diferentes organizaciones indígenas han
malversado esos fondos en nombre de los Pueblos Indígenas, y quién sabe si los
verdaderos comunarios saben siquiera que pidieron dinero en su nombre. Una de
las involucradas es Felipa Huanca, ex dirigenta de las Confederación de Mujeres
Indígenas Bartolina Sisa, más conocida como las bartolinas. Ella también es candidata
a la Gobernación de La Paz. A pesar de las acusaciones el mismo presidente garantizó
su postulación, sin siquiera insinuar que debe investigarse semejante desfalco
del dinero que aportamos como bolivianos y bolivianas.
Ante semejantes corrupción
no podemos quedarnos calladas y mirar cómo sin nada. Es hora de pronunciarnos y
denunciar como ciudadanas y ciudadanos y si es posible organizarnos como lo
hicieron las víctimas del Fiscal tal vez de esa forma podamos frenar semejantes
extorciones y corrupción.
La corrupción se ha
vuelto endémica en nuestro país y nosotras no podemos quedarnos sin
pronunciarnos.
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