Por
Dominga Mamani
En
nuestro país se violan constantemente los derechos de los y las trabajadoras.
La Constitución Política del Estado y la ley general del trabajo, en algunos
casos, son irrespetadas cínicamente, incluso por las autoridades que nos
gobiernan.
El
pasado una compañera se acercó al sindicato San Pedro para denunciar abuso por
parte de su empleadora, y a que no adivinan quien era… la señora Betty Tejada.
La compañera que hizo la denuncia, de la cual obviamente no diremos su nombre, nos
contó que la presidenta del senado era
una discriminadora y explotadora, pues la obligaba a trabajar hasta la
madrugada. La compañera le prestaba el servicio cama afuera, como comúnmente decimos,
y su hora de entrada era como a las siete de la mañana, pero cuando su
empleadora le exigía que se quede también durante la noche, debía hacerlo
porque necesitaba el dinero.
En el
Ministerio de Trabajo la mayoría de las denuncias son por maltrato laboral, en especial hacia
las trabajadoras del hogar; lo más frecuente es el incumplimiento de salario y de
beneficios sociales. Pero también hay denuncias por despido en caso de
embarazo, porque los y las empleadoras se inventan cualquier excusa para deshacerse
de nosotras cuando esperamos un bebé, pensando en que no trabajaremos con igual
desempeño.
Por
eso la tarea fundamental de los sindicatos es
velar por los derechos de sus afiliadas. Eso es lo que hacemos, por
ejemplo, en el sindicato San Pedro donde
brindamos apoyo jurídico a nuestras compañeras.
Aun
con la existencia de la Ley 2450, que supuestamente protege a las trabajadoras
del hogar, las y los empleadores se aprovechan de nosotras; por ejemplo con
malos tratos, salarios menores al mínimo nacional y excesivo trabajo; sobre
todo de aquellas compañeras que migraron
del área rural, porque desconocen sus derechos laborales.
No
importa de qué lugar de la ciudad sean los o las empleadoras, del sur o de la zona
norte, sin poder político o autoridades del gobierno, muchos y muchas de ellas
violan los derechos de sus trabajadores.
Compañera
si tu jefe o jefa es una persona con poder, que esto no te asuste, no tengas miedo de denunciar. Si en
el Ministerio de Trabajo no te hacen caso o son cómplices de las y los
abusivos, confía en tu sindicato que es tu fuerza, también puedes acudir a Radio
Deseo, al programa “Soy trabajadora del hogar con orgullo y dignidad”, así la
sociedad entera sabrá que hay una o un explotador y que nosotras lucharemos para
que se cumplan nuestros derechos.
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