Por
Yola Mamani
A
fin de año estuve junto a mis padres, disfrutando de unas vacaciones que me
hacían falta, para mi estar en el pueblo es llenarme de energías positivas.
Mi
pueblito está en la provincia Omasuyos, a una hora y media de la ciudad de La
Paz, de Achacachi hasta Warisata, Comunidad Santa María Grande, está a unos 20
minutos en movilidad, claro que caminando se llega aproximadamente en hora y
media si se va a paso ligero, pero para quienes son lentas como yo, les tomara
más o menos dos horas, así que no esta tan alejado a comparación de otras
provincias que hemos visitado durante los años del programa “Soy Trabajadora
del Hogar con Orgullo y Dignidad”.
A
pesar de la cercanía de la comunidad con el pueblo de Achacachi, los
productores están abandonados por el gobierno municipal y por el mismo gobierno
central, no tienen recursos, se habla tanto del “vivir bien” pero en los
pueblos no hubo cambios en cuanto a viviendas, apoyo a la producción y otros.
Tal vez en las provincias capitales si porque están más poblados y casi tienen
todos, por ejemplo en servicios básicos, algo que es fundamental para los y las
bolivianas, pero de las comunidades pequeñas ni hablar.
Mi
pueblo por ejemplo cuenta con servicios básicos, como energía eléctrica y agua
potable, pero eso gracias a las exigencias constantes de los y las dirigentas
de la comunidad que se organizaron y movilizaron bastante para mejorar sus
condiciones de vida, de lo contrario estaríamos aun sin servicios.
Mientras
que la comunidad Condor Jawira, nombre que significa el Rio del Cóndor de Donde
Baja el Agua Cristalina y Bien Fría, está casi a los pies del Illampu, el lugar
parece el más frio de todos, pues constantemente está nevando y lloviendo, solo
los más fuertes aguantan el clima. Allí
la gente vive casando animalitos silvestres del Illampu, también se traslada a
los ríos para pescar, solo para su auto consumo, ya que hay muy poco y como hace bastante frio, el lugar
no es apto para sembrar. El patrimonio que tienen algunas familias es su
ganado: llamas, ovejas y cuando les hace falta dinero, venden el abono que
tienen, lana de llama y de oveja, esos son sus principales ingresos económicos
y la gente mayor ya no quiere salir de allí, por lo que me contaron, esperan
morir en el lugar.
Esta
pequeña comunidad es aledaña a la mía, no cuenta con ningún servicio básico, ni
siquiera con energía eléctrica que es de suma importancia para los y las
comunarias y que además esta constitucionalizado como un derecho fundamental
para todos y todas.
Lastimosamente la gente de la tercera edad que todavía vive
en esa área, se ha cansado de exigir que les cumplan lo que les prometieron el
municipio y la alcaldía de darles energía eléctrica, que junto a la empresa
Emprelpaz Repartidor de Energía Eléctrica en las áreas rurales, los de
emprelpaz argumentan que los y las comunarias no cuentan con los requisitos
necesarios para poder tener energía, por ejemplo que hayan más de 50 habitantes
y que las casitas estén juntas para hacer la instalación de luz, si existe un
aislamiento entonces no es posible contar con luz según los funcionarios de
emprelpaz es muchísimo más caro si es que la viviendas se encuentran aislados
una a la otra. ¿Que han dicho señores y señoras? seguro que están de rabia al
igual que yo. Además esta comunidad está cada vez más abandonada, las y los
jóvenes terminan escapando de sus comunidades
o buscan emparentar con personas de otros pueblos cercanos, para dejar
el pueblo oscuro.
A
pesar de tener representantes indígenas en el Estado Plurinacional y de tener
un presidente supuestamente indígena que sabe lo que es vivir con mechero y
velas, para mí también esto de no cumplir con los servicios básicos en las pequeñas
comunidades es discriminación. Los y las comunarias de CondorJawira están igual
de mal que antes, se cansaron de exigir sus demandas a las instancias
correspondientes; ahora ellos se consideran hijos e hijas del Illampu y no les
da miedo la oscuridad, tampoco el frio, ni la nevada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario