Por Adela
Gomez
En
1992, la Organización de las Naciones Unidas, la ONU, llevó a cabo la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en
Rio de Janeiro, Brasil. Esa fue la primera cumbre mundial por la tierra, a la
que asistieron gobernanetes y
representantes de 178 países.
En esa
reunión debatieron sobre el desarrollo y luego de largas discusiones,
plantearon otro concepto diferente: el desarrollo sostenible. Pero ¿qué
significa el desarrollo sostenible? En esa primera gran cumbre lo definieron
como: “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, sin
comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias
necesidades”.
La
primera vez que escuché la definición de desarrollo sostenible, no la comprendí
con claridad. He tenido que reflexionar sobre eso y encontrar ejemplos que me
ayuden a comprender de manera más concreta. Entonces, lo más claro es el agua.
Todas y todos necesitamos agua dulce para vivir, pero si gastamos más de lo que
necesitamos, el agua puede acabarse, y las personas que todavía no han nacido o
las que son pequeñas ahora, no tendrán el agua suficiente para sobrevivir.
Ocurre
lo mismo, con la contaminación. Si ahora disfrutamos de los carros para
transportarnos, sin que nos importe que esos carros echen humo negro; las
personas que van a nacer en el futuro,
no tendrán aire limpio para sobrevivir.
Eso es
lo que discutieron los gobernantes en 1992, en Río de Janeiro. Hablaron sobre
la sostenibilidad de la salud, la sostenibilidad del medio ambiente, de los
bosques, de recursos hídricos, o sea del agua, y de muchos otros temas que son
el centro de nuestras preocupaciones, como por ejemplo, tener el suficiente
alimento para vivir.
Después
de toda esa discusión, la reunión elaboró 27 principios para proteger la
seguridad humana, no sólo de quienes vivimos ahora, sino de quienes vivirán en
el futuro. Y los gobernantes se comprometieron a cumplir esos principios en
cada uno de sus países. Bolivia también estuvo presente en esa cumbre y ese
fue, por ejemplo, un impulso para proteger nuestras áreas de bosques, donde hay
gran diversidad de especies animales y vegetales.
Pero
¿por qué tuvimos que llegar al punto de firmar un acuerdo mundial para la
conservación o el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales?
Porque
durante muchísimos años, los seres humanos hemos explotado la naturaleza sin
medida.
Los bosques, los mares y toda la fauna y la flora del mundo han estado
bajo el dominio de los seres humanos. En un afán de desarrollo individual, se
ha destruido bosques enteros; cientos de especies animales están en peligro de
extinción, porque los han matado sin darles el tiempo suficiente para
reproducirse. Los mares y los ríos han
sido contaminados por todos los desechos, desde los que salen de nuestras casas
a través de las alcantarillas, hasta los desechos de la industria minera,
petrolera y de otras; incluso el aire que respiramos esta contaminado con
sustancias toxicas y será peor para las generaciones del futuro sino hacemos
algo ahora.
Veinte
años después, los países han decidido volver a reunirse para ver si se han
cumplido los compromisos. El encuentro será también en Río de Janeiro, por ello
a esta reunión se la ha llamado Río más 20 y se realizará del 20 al 22 de
junio. El programa radial “Soy trabajadora del hogar con orgullo y dignidad”
también estará allá.
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