Por
Martha Huallpa
En
días pasados se realizó un acto de entrega de credenciales a nuevas autoridades
legislativas. Estuvieron presentes diferentes organizaciones sociales afines al
MÁS.Pero lo que más resalto en ese acto, fue la actitud que tuvo la diputada Norma
Piérola con el presidente Evo Morales,
pues lo dejó con la mano extendida cuando el pretendía saludar a la diputada
electa.
Ella
afirmo que su actitud se debió a un acto de rebeldía, porque para ella, “Evo
Morales no es su presidente”. Frente a esto, el Viceministerio de Descolonización a la cabeza de Félix
Cárdenas, anunció al día siguiente una demanda por racismo y discriminación
contra la diputada Piérola. Yo me pregunto lo que hizo ¿será un acto de discriminación?
Más allá de las diferencias políticas, el dar la mano es mero protocolo y creo que
una puede decidir a quién dar el saludo y a quién no. Pero después de este
incidente, se puede ver cuán parcializadas están nuestras autoridades, porque
inmediatamente inician un proceso por discriminación a una mujer que
simplemente no quiso darle la mano al presidente Morales, pero no hacen nada en
otras situaciones. Por ejemplo, nadie hizo nada cuando expulsaron de manera
violenta a la compañera María Galindo, de un acto en el que varias parejas
formalizaron su relación casándose. A ella la sacaron arrastras, de los cabellos, delante de todas las
autoridades que asistieron al acto, donde también habían mujeres y nadie freno
esa situación, a pesar de que la compañera solo hacia una entrevista. Ella fue
la que puso una denuncia en la Dirección Contra el Racismo y la Discriminación que
hasta hoy no ha avanzado.
Entonces
yo me doy cuenta de que no todos ni todas las ciudadanas somos dignas de ser
defendidas por las autoridades, no somos iguales, aunque eso diga la ley que no
sirve para nada. Ni siquiera la propia Constitución por la que tanto ha luchado
la gente se respeta, las autoridades la violan constantemente, empezando por el presidente que nos está gobernando por tercera
vez, cuando la ley dice que solo puede ser reelegido una sola.
Entonces
de que nos sirven las leyes si quienes tienen poder las manejan como les da la
gana? Que hacemos los y las ciudadanas comunes y corrientes? Será que los
intereses políticos valen más que la dignidad nuestra? Ojala alguna autoridad
nos responda con actos que estén realmente apegados a la ley que suena bonita,
no con mentiras.
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