viernes, 14 de octubre de 2011

EL CONSUMO DEL ALCOHOL

Por Cristina Ibáñez

EL alcoholismo es una enfermedad progresiva, crónica y que trae muchos conflictos a todo nivel, una persona alcohólica siente una fuerte necesidad de tomar a pesar de las consecuencias negativas que le pueda traer.

Muchas personas han caído en este vicio y difícilmente pueden salir de él, hasta los familiares rechazan a una persona que bebe en exceso. A causa de gente en estado de ebriedad muchas desgracias han ocurrido, por ejemplo accidentes, que son los casos más comunes.

En nuestro país al parecer la gente cree que las bebidas alcohólicas son parte de nuestra cultura, pues todo el año cualquier pretexto es bueno para beber, por ejemplo la muerte de alguien, un cumpleaños, las fiestas zonales, ganar o perder un partido de futbol, el nacimiento de un niño o niña, etc. podemos encontrar cientos de supuestos motivos de fiesta, la mayor parte de las ocasiones, sinónimo de borrachera.

Muchos convierten sus casas en locales y critican a los que no participan y los tachan de tontos, aburridos o tacaños. Sin darse cuenta del ejemplo que están dando a los niños y niñas, por eso varios de ellos comienzan a ingerir bebidas alcohólicas a temprana edad.

Algunas de las y los jovencitos empiezan bebiendo a escondidas de sus padres y madres, ya cuando tienen más edad lo hacen sin temor y cada fin de semana, ahí empieza a nacer la necesidad de tener el líquido en el cuerpo, ya que cada vez que lo toman el efecto es menor y tienen que ir incrementando la cantidad para sentir el mismo efecto de la primera vez que lo hicieron. Todo esto se puede ir convirtiendo en la enfermedad del alcoholismo, pues muchas veces no existe un control consciente de las consecuencias que se tendrá después.

A mi me da un poco de miedo todo esto, porque hay muchos jovencitos, casi niños, que están comenzando en cosas como estas, veo a chicos de uniforme que salen del colegio, borrachos e insultando a la gente.

Por esta situación yo pediría primero a los jóvenes y señoritas que estén escuchando y que ingieren alcohol, que tomen conciencia sobre lo que están haciendo, en este momento, no sienten el daño que le están haciendo a su cuerpo, pero cuando pasen algunos años van a empezar los problemas, porque al beber alcohol es como si estuvieran tomando un veneno que mata lentamente. También pido a las autoridades de la alcaldía que prohíban la venta de estas bebidas en puertas de establecimientos educativos y además que se controle estrictamente la venta que se hace en las discotecas, licorerías o tiendas para que sea solo a mayores de edad.

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