DEFENSORES DE TIPNIS

Por Antonia Cuno

Hace más de dos meses atrás, los y las indígenas de tierras bajas y altas comenzaron la marcha desde Trinidad en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure TIPNIS, situado entre los departamentos de Beni y Cochabamba.

Durante su marcha han sido duramente criticados y calumniados por el gobierno por una cosa u otra, pero no basto con eso. El 25 de septiembre intervinieron la marcha indígena, golpeando a mujeres, hombres, niños, niñas y a personas de la tercera edad y más doloroso aun, separando a esos pequeños de sus madres y padres. La población pudo ver por televisión como la gente asustada, gasificada y maltratada se dispersaba corriendo al monte abandonado a su suerte.

Los días siguientes la gente de todo el país se solidarizó con los y las marchistas, muchos sectores salieron a marchar a las calles en casi todos los departamentos de Bolivia, seguramente esto asustó al oficialismo, tanto, que el presidente del Estado Plurinacional Juan Evo Morales Ayma, se dirigió al pueblo boliviano anunciando que se suspendería temporalmente la construcción del segundo tramo de la carretera que pasa por en medio del TIPNIS.

Hasta el día de hoy no hay responsables de la represión, el gobierno se lavó las manos echándole la culpa a la policía, nadie quiere asumir la responsabilidad de los hechos ocurridos en Yucumo, lo correcto sería que este abuso cometido por la policía y ordenado por el gobierno no quede impune, como otros hechos trágicos en el país.

La marcha indígena se reanudó y siguió con más fuerza, los y las indígenas marchistas continuaron su caminata fortalecidos, a pesar de tener que soportar las inclemencias del tiempo hasta ver afectada su salud, hambre, sed, dolor y muchas otras cosas, poniendo en riesgo sus vidas, tuvieron el valor de enfrentar esta lucha en defensa de su territorio.

Muchas personas fuimos a recibirlos a la tranca de Urujara, algunos con sonrisas, cansados de tanto caminar, pero con mucha fortaleza, seguros de lograr que sus demandas sean escuchadas, otros agradecían por el recibimiento, saludaban a la gente que los esperó con aplausos, alimentos y sobre todo cariño, la gente que se desplazó al lugar brindó su apoyo incondicional.

Siempre con la frente en alto, cumplieron su objetivo principal que fue llegar a la ciudad de La Paz para poder conversar frente a frente con el presidente, no con los ministros, porque ellos perdieron la confianza de los y las indígenas marchistas que partieron caminando hace más de dos meses.

Esta marcha se caracterizó por ser pacífica, no perjudicó a nadie en todo el trayecto que siguieron, ahora es tiempo de que sus demandas sean escuchadas y resueltas a la brevedad posible.