lunes, 12 de julio de 2010

SEGURIDAD EN FERIA DE LA 16 DE JULIO

Por Otilia Justo y Adela Gómez

Grandes y pequeños comerciantes se reúnen todos los jueves y domingos en la conocida feria salteña de la 16 de julio. Esa zona se convierte en un imperio donde se puede encontrar desde grandes autos de lujo hasta agujas de todos los tamaños.

Incluso ahora se han abierto galerías, cuando antes la venta era sólo callejera

Esta feria es conocida internacionalmente porque se ha escrito mucho sobre ella y por eso se ha convertido también en un atractivo turístico de la ciudad de El Alto. Las grandes avenidas o las calles estrechas son recorridas en varias horas de paseo o de búsqueda de cualquier cosa que se necesite.

Desde la noche la 16 de julio se llena de vendedoras y vendedores que incluso llegan de las provincias de La Paz con diferentes productos, porque en la 16 de julio hay espacio para todo y parece que para todos. Y no importa que el sol esté quemando o que la lluvia sea torrencial y helada. La gente se queda en el puesto pase lo que pase.

Y lo mismo hacen los compradores, que por miles llegan a la feria y se agolpan por sus calles, por lo cual a veces no se puede ni caminar.


Pero en la 16 de julio no sólo están compradoras y vendedoras, sino también delincuentes que por un lado están buscando gente distraída para robarle y por otro están ofreciendo lo que han robado en otros lugares.

La madrugada se ha convertido en el momento que aprovechan los delincuentes. No es extraño que, por ejemplo, te ofrezcan una manta original de vicuña que todavía tiene restos de mixtura o aretes que no se sabe a quién se los arrancaron.

Las garrafas robadas, por las que seguramente muchas mujeres lloraron, también están allá, así como casi todo lo que se roba en las casas de la gente pobre, especialmente.

Pero así como se pueden encontrar estas y otras cosas baratas, quienes van a comprar también corren peligro, porque los delincuentes que venden estos objetos se ponen de acuerdo para que otros los roben en la esquina.

Los policías llegan cuando todo esto ha pasado y ya ha salido el sol. Y no creemos que no sepan lo que ocurre de madrugada en la 16 de julio, así como tampoco actúan cuando alguien denuncia que ha sufrido algún robo. Por eso, mucho cuidado en estos días de fiesta en la 16.

Mientras esto siga así, la feria de la 16 de julio va a seguir siendo un lugar que incentiva al robo, tanto para los que van a vender lo robado, como para los que roban ahí mismo.

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