lunes, 26 de julio de 2010

LA FEDERACIÓN BOLIVIANA DE FÚTBOL

Por Flavia Choquetijlla

La semana pasada, en las secciones deportivas de los medios de comunicación, se ha estado informando sobre la huelga de hambre de algunos futbolistas e integrantes de asociaciones que no estaban de acuerdo con la postulación de Carlos Chávez a la presidencia de la Federación Boliviana de Futbol. Los medios también hicieron sondeos de opinión y de acuerdo a los resultados publicados nadie quería la reelección, luego de que él dirigiera la federación durante cuatro años.

El argumento del rechazo a su postulación fue el de las pésimas actuaciones de nuestra selección boliviana y de nuestros equipos locales que participan en torneos internacionales y que nunca clasifican.

A pesar de eso, Carlos Chávez fue reelecto por dos tercios de los votos de las asociaciones y su mandato será por 11 meses como máximo. A ese acuerdo llegaron después de que el gobierno inclusive anunciara la posible intervención en el manejo de la Federación Boliviana de Fútbol.

Ese acuerdo no fue el resultado de un debate sobre la calidad de nuestro fútbol o de la necesidad de incentivarlo, sino de la amenaza de la FIFA de multar al país por la injerencia del gobierno en una institución que es privada.

Esto es un reflejo de lo que pasa con el fútbol boliviano, donde no hay un desprendimiento para realizar acciones que incentiven a nueva gente, tanto para que sean futbolistas como para que asuman la dirigencia del fútbol nacional.

Parecía que de verdad todos querían un cambio, pero da la impresión de que la elección ya estaba arreglada.

Carlos Chávez asumió la presidencia haciendo promesas de mejorar la situación en estos 11 meses. Pero, cómo creerle si en 4 años no pudo hacerlo.

Hay propuestas desde el gobierno para llevar adelante un plan con Javier Askargorta, pero hay dudas sobre si funcionará, de todos modos hay que darle tiempo al tiempo.

Entre tanto, no podemos quedarnos con las manos cruzadas y desde los barrios deberíamos exigir que la Federación Boliviana de Fútbol apoye en la organización de campeonatos para identificar a los mejores jugadores.

Sabemos que dirán que no hay plata y eso debe ser cierto, porque también ha habido mucho despilfarro. Si los equipos de barrios estuvieran dispuestos a renunciar a los premios, la Federación ya no tendría pretextos.

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