viernes, 22 de febrero de 2013

LA LENGUA MATERNA


Por Victoria Mamani

Ayer 21 de febrero se recuerdo el día de la lengua materna, que fue instituido el año 2000 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la UNESCO, con el objetivo de promover la diversidad cultural y el multilingüismo. Se recuerda este día en conmemoración del movimiento por la lengua bengalí, que en 1952 reclamaba al gobierno de Pakistán el derecho lingüístico de oficialización de este idioma.

En Bolivia, la Constitución Política del Estado Plurinacional, en su artículo 5, parágrafo 1, dice: son idiomas oficiales del Estado, el castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblo indígena originario y campesino. Este artículo detalla 37 idiomas nativos.

El parágrafo 2 de este mismo artículo dice que es obligatorio utilizar al menos dos idiomas oficiales. Uno de ellos debe ser el castellano, y el otro se decidirá́ tomando en cuenta el uso, la conveniencia, las circunstancias, las necesidades y preferencias de la población en su totalidad o del territorio en cuestión. Los demás gobiernos autónomos deben utilizar los idiomas propios de su territorio, y uno de ellos debe ser el castellano.
Así mismo la nueva ley de Educación Avelino Siñani -Elizardo Pérez, en el artículo 1, numeral 6, dice que la educación es intracultural, intercultural y plurilingüe en todo el sistema educativo.

Además establece que la educación debe iniciarse en la lengua materna y su uso es una necesidad en todos los aspectos de su formación por la diversidad lingüística existente en el Estado Plurinacional y por constituirse en un instrumento de comunicación, desarrollo y productivo de saberes y conocimientos en el sistema educativo.

Si bien las leyes definen una educación plurilingüe, en la actualidad esto no sucede en las unidades educativas. La educación sigue siendo bilingüe, es decir que se privilegia el castellano y el inglés. El aymara está presente sobre todo en los colegios privados y de convenio. Esto pasa porque en la malla curricula escolar las lenguas originarias no están insertas como materia, por lo tanto los profesores de esta materia, como yo, no podemos conseguir trabajo en nuestra área. Hablo de este tema, porque sé lo que está ocurriendo.

El año 2006, la Escuela Superior de Formación de Maestros de la ciudad de La Paz sacó una convocatoria para la especialidad Aymara. Más de 200 estudiantes aprobamos el examen y yo fui con el sueño de enseñar en las unidades educativas mi lengua materna que es el aymara.

Nos graduamos con mucha expectativa y resulta que no hay ítems en el magisterio para esa especialidad, por lo tanto no hay compulsa y hasta el día de hoy lamentablemente parecería que nos formamos en vano.
Las autoridades del Ministerio de Educación y de la normal se tiran las pelotita y se culpan entre ellas. Lo cierto es que la convocatoria para esta especialidad  fue una medida política.

Ahora, para tapar sus errores, el Ministerio de Educación ha sacado una resolución autorizando a las Direcciones Distritales Departamentales de Educación y Dirección Distritales Educativas, habilitar en las compulsas a las y los egresados del área de Comunicación y Lenguajes con la Especialidad del Idioma Nativo: Aymara de la “Simon Bolivar” y de la Escuela Superior de Formación de Maestros Tecnológico Humanístico de El Alto, para el ejercicio de la función docente en la especialidad de lenguaje y literatura en educación primaria comunitaria vocacional, y Educación Secundaria Comunitaria Productiva.

Esto confirma que la incorporación del artículo 5 en la Constitución fue sólo una medida demagógica y nos muestra también que la promulgación de leyes no garantiza nada. En realidad no existe voluntad política para que la utilización de los idiomas sea una reivindicación política. Y menos todavía para salvar esa riqueza cultural que es cada una de nuestras lenguas. Por ejemplo, el pacawara, que es una de los idiomas mencionados en la constitución, prácticamente ha desaparecido, porque las y los integrantes de este pueblo no pasan de las 10 personas. A las autoridades no les interesa además que 200 personas hayamos estudiado tres años para especializarnos en la enseñanza de nuestra lengua materna.

Así como estamos, nunca van ser valoradas nuestras lenguas maternas, porque no hay una política para recuperar y revalorar la cultura. Eso de decir que somos pluricultural y plurilingüe es mentira.

Además, las leyes siguen siendo discriminatorias, porque cuando se dice que la educación debe ser en la lengua materna, esto nos puede hacer entender que las lenguas originarias e indígenas, sólo se debe enseñar en el área rural y en las ciudades castellano, porque la primera lengua de los niños y niñas de la ciudades es el castellano.
Sin embargo a pesar de ese reconocimiento, la educación que se imparte en el área rural sigue siendo en castellano y esto obstaculiza la sobrevivencia de estas lenguas.

Por eso ahora muchos niños y niñas que hablan su lengua materna, solo pueden hacerlo en sus casas, cuando están con sus familias, porque en la escuela no tienen con quién hacerlo.

Además, muchos y muchas jóvenes evitan hablar el idioma de sus padres y madres, porque aún les avergüenzan que los demás se enteren que entienden y hablan el aymara.

Quiero decirle al pueblo entero que aprender una lengua originaria o extranjera es importante, porque así podemos valorar nuestras culturas y saberes, porque podemos comunicarnos unos a otros, unas a otras. Si todo el mundo hablara la misma lengua nos podríamos entender mejor. Pero en nuestra realidad vemos que solo hay discursos y que poco a poco nuestra diversidad cultural va desapareciendo. Al final, todas y todos perdemos.

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