lunes, 9 de mayo de 2011

LA LUCHA POR LOS DERECHOS LABORALES

Por: Nelia Catari

El primero de mayo de 1886, obreros de la ciudad de Chicago en Estados Unidos organizaron una huelga para hacer respetar los derechos de las trabajadoras y trabajadores. Las reivindicaciones básicas de los trabajadores eran las ocho horas de jornada laboral, porque trabajaban más de 18 horas sin beneficio alguno. Para lograr sus objetivos la protesta fue muy dura, fueron gasificados y también golpeados, y en esta lucha estuvieron presentes también las mujeres. Y entre todas y todos lo consiguieron.

Ahora cada primero de mayo es una fecha simbólica, en la que se pretende mostrar la fuerza y la unidad del sindicalismo. En Bolivia esta fecha fue ratificada y comenzó a celebrarse en 1906, como muestra de la identidad de la clase trabajadora del país. La historia nos dice que los primeros en festejar fueron artesanos y floristas, luego se sumó la clase obrera.

Cada primero de mayo es un día de descando para los trabajadores, pues es un día de feriado. Pero sólo para las y los trabajadores asalariados, porque hay muchísima gente en nuestro país que no tiene feriado ni ninguno de los otros beneficios laborales conquistados con la lucha. Por ejemplo, las condiciones laborales de las trabajadoras asalariadas del hogar siguen siendo precarias, incluso teniendo nuestra propia ley.

La mayoría de nuestros empleadores, en cambio, gozan de esas conquistas laborales, pero muchos y muchas no niegan el día de descanso, como si ni lo supieran. Por otro lado, los porcentajes de incremento salarial, benefician sólo a una parte del sector público y en el sector privado hay que negociar. Pero qué pasa, por ejemplo con las trabajadoras del hogar que seguimos ganando 400 o 600 bolivianos como en Potosí y Oruro; en La Paz hay pocos casos de salarios que están por los 700 y 800. Y encima ni la misma Central Obrera Boliviana nos menciona. Sus protestas no son por nosotras.

Pero los de la COB nos convocan para que estemos en los desfiles y marchas, y llegado el momento no nos corresponde ninguno de los beneficios que reciben. En muchos casos ni nuestros niños y niñas acceden a estos beneficios, ahí se ve la discriminación hacia nosotras. El gobierno habla de igualdad de oportunidades, pero no genera fuentes de empleo digno.

Queremos fuentes de trabajo, queremos organizarnos para luchar por nuestros derechos y no para desfilar ni marchar, ni para que seamos la escalera de dirigentes que se preocupan sólo por sus intereses.

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