jueves, 21 de julio de 2011

DOS AÑOS TOMANDO LA PALABRA

Por Antonia Cuno

Durante dos años hemos tomado la palabra, cuestionando a diferentes personalidades del gobierno nacional, departamental, municipal y a otras personas de nuestra sociedad. No ha sido nada fácil, pues nos encontramos con una infinidad de trabas como discriminación, negación de acceso a la información y a entrevistas, invitaciones rechazadas, ya que muchas veces invitamos a autoridades que no quisieron venir al programa Soy Trabajadora del Hogar con Orgullo y Dignidad, no sabemos por qué, aunque suponemos que el sinfín de excusas que nos dieron fue para que no les cuestionemos públicamente.

Pero todo eso ha sido un motivo más fuerte para continuar denunciando la explotación laboral, la discriminación, la desigualdad que existe en área rural y, porqué no decirlo, en la ciudad, donde también existen estos problemas, en mayor o menor medida.

En todo este tiempo, en el programa radial producido y conducido por trabajadoras del hogar de diferentes sindicatos hemos tratado temas que llegaron desde los municipios, alejados y cercanos. Los micrófonos estuvieron en manos de la gente del pueblo, para que las personas por sí mismas expresen las necesidades de sus comunidades y puedan ser escuchadas por las instancias correspondientes y por nuestra audiencia.

Hemos denunciado las pésimas condiciones de vida en las comunidades, donde existe una constante migración a las ciudades y al exterior, en busca de mejores oportunidad, en especial las mujeres que viven sometidas y oprimidas por los usos y costumbres.

En los municipios no generan fuentes de trabajo para la comunidad y eso es lo que cuestionamos. La educación también es deficiente, las unidades educativas están en pésimas condiciones y con escaso equipamiento. Las y los estudiantes, en muchos casos, carecen del desayuno escolar y lo peor es que muchos chicos y chicas tienen que caminar horas y horas para llegar a su colegio, corriendo el riesgo de que le pase algo grave, sobre todo a las mujeres.

De igual manera estamos haciendo un seguimiento a las agencias de empleo, donde las trabajadoras asalariadas del hogar y otros trabajadores son prácticamente comercializadas, como cualquier mercancía, como un objeto. Le hacemos también un seguimiento a los institutos que no están legalmente establecidos o que tienen ofertas engañosas, haciendo de las suyas porque el Ministerio de Educación no los fiscaliza. En los institutos también nos niegan las entrevistas porque seguramente temen que la sociedad pueda enterarse de las fechorías que cometen, pero tampoco el Ministerio de Educación habla con nosotras porque no quiere que la sociedad sepa que no hacen su trabajo, aunque eso lo sabe todo el mundo.

Asimismo, con las noticias estamos llegando a las zonas más marginadas de la ciudad de La Paz, para que la ciudadanía y las autoridades conozcan sus demandas, porque muchas veces ni las mismas autoridades están enteradas de la existencia de barrios que están muy alejados del centro de la ciudad. A nuestra audiencia, en cambio, le mostramos como vive la gente en estos lugares y los sueños que tienen.

Para nosotras ha sido muy importante conocer y hacer conocer a través de los micrófonos de Radio Deseo 103.3 FM a las personas que tienen que hacer sacrificios todos los días para ir a sus trabajos, al colegio y también para retornar a sus viviendas. Fue muy enriquecedor conversar directamente con la gente de las laderas.

De la misma forma estamos recuperando nuestros saberes, con los que vinimos a las ciudades cuando hemos emigrado. Recordamos lo que comíamos en nuestras comunidades y como nuestros padres y madres se curaban y nos curaban con hierbas medicinales. También recuperamos los cuentos que generalmente nos contaban nuestras abuelas y que ahora le hacemos escuchar a nuestras niñas y niños; así esas historias que nos enseñan a respetar la vida seguirán transmitiéndose de generación en generación.

Además ha sido muy importante recuperar las anécdotas que tenemos todas las trabajadoras del hogar, historias que nos hicieron llorar en su momento y de las que ahora nos reímos; así recordamos lo que nos hizo crecer como personas.

En el programa de radio tenemos la oportunidad de dar a conocer a aquellas trabajadoras asalariadas del hogar que hacen cualquier sacrificio para estudiar y continuar su formación en colegios, institutos y universidades, y también a las trabajadoras del hogar que ya son profesionales, para que otras se animen a seguir estos pasos.

Igualmente es muy valioso para nosotras y nos llena de orgullo darle el micrófono a las mujeres que no se han conformado con cumplir roles sino que han incursionado en rubros que sólo eran de los varones, como el manejo de autos, carpintería, cerrajería y muchos otros oficios. La fuerza de estas mujeres nos llena de energía.

El sector la casa grande es muy importante para nosotras, porque podemos compartir con las trabajadoras del hogar todas las actividades de nuestros sindicatos e impulsar a que más compañeras se afilien, porque sólo organizándonos vamos a poder lograr nuestras metas.

Todos los sectores del programa son fundamentales y todas las mujeres que estamos en esta aventura radial somos importantes para llegar a ustedes todos los días. Seguiremos denunciando y cuestionando. Estamos satisfechas y muy agradecidas con la gente que nos sigue día a día.

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