lunes, 11 de mayo de 2015

DÍA DEL PERIODISTA Y LIBERTAD DE PRENSA



Por Yola Mamani

Ayer domingo 10 de mayo se celebró el día del periodista y el 3 de mayo se recordó el “día mundial de la libertad de prensa”, que es una de las libertades que más contribuye a las sociedades, pero que también puede ocasionar mucho daños. Seguramente muchas personas tienen una mala opinión del trabajo periodístico y tienen razón, pero en compensación tenemos periodistas comprometidos que realizan denuncias a pesar de las amenazas y la presión. De no ser 
por ellos y ellas no hubiéramos sabido, por ejemplo, de la corrupción en el Fondo Indígena, entre muchos otros casos.

Pero ahora vamos a hablar de las dificultades que existen para ejercer la libertad de prensa, en especial para mujeres como nosotras, las trabajadoras asalariadas del hogar, que no somos periodistas, pero sabemos hacer noticias.
Primero definamos ¿qué es la libertad prensa? Según la Ley de Imprenta, la Libertad de Prensa es la facultad de las y los periodistas, y también de los medios de comunicación, para acceder a toda información de interés público, con el propósito de difundirla entre la población. La ley dice que textualmente que “fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática”.

Esto se enlaza con un derecho más amplio, el derecho a la información, que es considerado como la facultad que tiene todo ser humano, y no sólo un periodista para acceder, investigar y recibir información. El derecho a la información, ¡que tiene que ser verdadera!, es importante para todo ser humano, en la medida en que toda información recibida influye en la toma de decisiones personales y sociales.

Sin embargo, en nombre de libertad de prensa no podemos atropellar a la gente, es decir no podemos ni debemos encajarle el micrófono o una cámara a las personas cuando, por ejemplo, están descansando, están enfermitas o tristes o de mal humor. Todas las personas nos merecemos respeto y algunas no podemos abusar de nuestra condición de periodista.

Al mismo tiempo es importante que sepan que en nuestro país hay obstáculos para el ejercicio de la libertad de prensa y peor si eres mujer, si eres joven y si eres chola. Por  ejemplo, son muy frecuentes el acoso sexual y la discriminación. 

Cuando buscamos información en las oficinas del gobierno y cuestionas cuando te entregan propaganda en lugar de responder nuestras preguntas, los funcionarios se van por la tangente o bien te empiezan a coquetear. Te dicen, por ejemplo, cómo una mujer tan bonita va estar renegando o te dicen no hermana no seas pesimista, cuando yo estoy cuestionando como sector de las trabajadoras del hogar y además a partir de mi propia vivencia que no es un invento.

Cada vez es más difícil que te den información, porque solo una persona puede hacerlo y ese es otro obstáculo. Te piden que envíes una nota pidiendo la entrevista ¡¡un mes o 15 días antes!!! Y encima te piden el cuestionario para prepararse, y seguramente cuando no les gustan las preguntas o el tema, no te responden. Por ejemplo, a principios del mes de abril enviamos una nota solicitando una entrevista al Viceministro de Medicina Tradicional e Intercultural para hablar sobre las parteras; ha pasado más de un mes y seguimos sin respuesta. A los 15 días fui enojada a  exigir la respuesta y la secretarias me contestó que yo no era la única que quería hablar con el Vice y que había solicitudes de hace más de dos meses. Hace unos días la ministra de Comunicación Marianela Paco dijo que en Bolivia hay exceso de libertad de prensa. Parece que la ministra, que hizo periodismo antes de afiliarse a un partido como es el MAS, no está enterada  de la infinidad de trabas que hay para obtener la información.

Y en muchas oficinas creen que porque somos trabajadoras del hogar solo vamos a replicar la propaganda que nos quieren dar. Por eso repito que las trabajadoras del hogar que llevamos adelante este programa no somos periodistas, pero hacemos noticias y somos pues mujeres libres que reflexionamos, que cuestionamos y que no nos callamos.

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