lunes, 22 de julio de 2013

VULNERACIÓN A LA MATERNIDAD



Por  Martha Huallpa

Las mujeres embarazadas son vulneradas en muchos de sus derechos laborales, por ejemplo son víctimas de despidos, de trabajo excesivo, y hasta de descuentos y discriminación, solo por el hecho de haber decidido ser madres.

Una compañera trabajadora asalariada del hogar cuenta que su empleadora, al enterarse de que estaba esperando un bebé, hacía que trabaje casi sin descanso, como si estuviese enojada por ello. Le ordenaba lavar edredones, frazadas y otras cosas pesadas, como si fuese un castigo por haberse embarazado.

Tiempo después la compañera llegó a una clínica con una amenaza de aborto, ella había cargado por una cuadra, dos garrafas de gas para cocinar. El médico al escuchar la discusión de la empleadora con nuestra compañera, se sorprendió del maltrato que le daba y le advirtió que no podía tratarla de esa manera, recién la empleadora se calmó, pero en el taxi continuó con sus reclamos, porque la compañera había dejado la comida a medio cocinar.

En este caso podemos darnos cuenta cómo a algunos empleadores y empleadoras no les importa la vida ni la salud de sus trabajadoras. La compañera le había pedido a su empleadora permiso para ir al médico, pero ella no le hizo caso.

El temor al despido hace que la mayoría de las trabajadoras no denuncien el abuso de sus empleadores, porque conseguir empleo no es fácil, menos cuando estás embarazada o tienes hijos o hijas pequeñas. Pero, según la ley, en ningún trabajo pueden despedirte por estar en estado de gestación, la Constitución Política del Estado, en su artículo 48, lo garantiza.

Pero esto no se cumple y cuando alguna de las compañeras se anima a denunciar, el Ministerio de Trabajo, con toda su burocracia, logra que la mujer desista de hacer el seguimiento, pues hacerlo también significa una inversión de dinero, que es difícil de conseguir para muchas de nosotras.

Además el embarazo es un estado de mucho cuidado, tanto para el bebé como para la madre, por ello la ley también establece un tiempo para los controles prenatales, 45 días de descanso antes y después del parto y el derecho al tiempo de lactancia.

La maternidad es un derecho, como también lo es no ser madre y también trabajar, nadie puede decidir ni actuar sobre nosotras, tampoco pueden atropellar nuestros derechos. Aunque las autoridades del Estado no hagan respetar la ley, depende de nosotras no dejar que nos exploten, ni nos humillen. Por ello, no callemos. Si no encontramos respuesta del gobierno, que tendría que protegernos, debemos buscar otras instancias para hacer la denuncia.

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