viernes, 13 de abril de 2012

HABITACIONES EN ALQUILER

Por Gaby Mamani

La mayoría de las personas emigrantes buscan cuartos en alquiler, porque no tienen una casa propia en las ciudades. Pero buscar un alquiler es un dolor de cabeza, especialmente para quienes vienen de las provincias y cantones.

Las dueñas y dueños de casa que tienen habitaciones en alquiler, ofrecen cualquier cosa y no son capaces de mejorar la infraestructura de su propiedad. Sin embargo, en los anuncios de las casas comerciales ofrecen ambientes bonitos, en condiciones óptimas; incluye ducha, baños y hasta en algunos dice con patio. Pero al momento de mostrar la casa, todo es diferente al anuncio. Las habitaciones son oscuras, sin ventanas, no hay patio, los baños y las duchas son compartidos, las puertas no tienen seguros. Te entregan los cuartos sucios, sin haberle dado siquiera una pasada de pintura a las paredes, que están rayoneadas; y los vidrios de las ventanas generalmente están rajados. En fin, esos cuartos en alquiler no te ofrecen las mínimas condiciones para habitar ahí. A veces, cuando estás buscando un cuarto, llegas a una casa que por fuera es bonita, pero cuando te muestran el cuarto, parece una ratonera.

Sin embargo, los alquileres están carísimos comparados con los ingresos de las personas, que en el caso de las trabajadoras del hogar a veces ni siquiera llega al salario mínimo de 815 bolivianos. Por ejemplo, el alquiler de un cuarto de 4 por 4 metros, sin cocina y con baño compartido, está en unos 400 bolivianos. Así que casi la mitad del sueldo se va al alquiler y los dueños y dueñas son los que ganan dinero a tu costilla.

Pero además las dueñas y los dueños te preguntan cuántos hijos tienes, si son varones o mujeres, también te preguntan si tienes hermanos varones, sobre todo si en la casa hay chicas adolescentes, dicen que tienen miedo de que las puedan molestar. Estos dueños de casa no quieren alquilar a familias numerosas, porque el gasto de luz y agua se eleva, como si una no fuese a pagar por el consumo de los servicios. Otra pregunta frecuente si vas a cocinar, como si fuésemos robots que no comemos; claro que todas las personas tenemos que cocinar, salvo que tengas los recursos para comer todos los días fuera de la casa, pero las personas emigrantes ahorramos todo lo que podemos.

Cuando te ven emigrante y pobre, hay que escuchar los sermones de la dueña o del dueño de la casa, que además de exigirte el pago del alquiler te quieren tratar como si una fuera su empleada, es decir que te piden que te ocupes de limpiar el patio o el pasillo, y algunas personas hasta te dicen que también se los laves su ropa. Yo me pregunto ¿acaso el dinero que paga una mujer emigrante tiene un valor menor al dinero que paga otra persona? ¿Sólo por vernos emigrantes creen que además tenemos que ser de su servicio?

Yo que vivo en alquiler y he pasado en carne propia todo lo que les estoy diciendo, llamo a la conciencia de los dueños de casa para antes de dar en alquiler sus cuartos, los arreglen, los limpien, arreglen las chapas, que cambien los vidrios rajados, que piensen en la cocina. Les digo esto porque todos y todas somos personas que queremos tener un espacio mínimamente cómodo y acogedor para vivir.

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