lunes, 6 de julio de 2015

EL ALCOHOL, SIEMPRE PRESENTE



Por María Pacosillo

Las personas se debaten entre buenos y malos hábitos.

El alcohol en exceso puede provocar tragedias, las personas que tiene el hábito de beber pueden afectar a segundas y terceras personas.

Por ejemplo, a mediados de junio, una joven menor de 20 años perdió la vida a manos del conyugue que se dio a la fuga, él estaba borracho.

Hace dos meses atrás, varios adolescentes, entre damas y varones, bebían en los cerros de bajo Pampahasi, dos de las jóvenes cayeron en el barranco, quedando una herida y la otra muerta. Algo similar ocurrió en Alto Achumani, donde dos jóvenes ebrios cayeron al precipicio, uno quedo herido y el otro murió.

En nuestro país hay muchas fechas que se celebran con el consumo de bebidas alcohólicas y eso la mayoría de las veces es un pretexto de la violencia y la imprudencia. ¿Quién podría excusar a una persona que maneja en estado de ebriedad y provoca un accidente? El golpear a una esposa, hija, hermana o madre se justifica con el tema de la borrachera y estos hechos no son sancionados ejemplarmente. Es decir que para nuestras autoridades el consumo de alcohol disminuye la culpabilidad de alguien agresivo y un conductor ebrio, no merece el retiro de su permiso de conducir, sino que le dan una sanción mínima y puede volver a ser un peligro al volante.

Los y las adolescentes, niñas y niños están aprendiendo que el alcohol es algo infaltable en cualquier celebración y hasta se cree que es parte de nuestra cultura, posiblemente ellos y ellas también lo consuman.

Cada uno y una deciden por su vida y su cuerpo, pero debemos pensar antes en todas las consecuencias que puede traer el consumo de alcohol. Personalmente creo que es un mal hábito y que es un problema a nivel mundial y aunque hay leyes que prohíben su consumo, por ejemplo en la vía pública, nadie las respeta.

Yo creo que es posible dejar de lado el alcohol para divertirse y pienso también que es bueno informarse sobre las consecuencias de su consumo en nuestro cuerpo, como también pensar en que no es una manera de justificar ciertas actitudes. Ojalá poco a poco la gente se olvide del alcohol o por lo menos modere su consumo para no incomodar o afectar a quien no bebe.

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